martes, 3 de agosto de 2010

De la infidelidad

La fidelidad no me deja de sonar nunca a escusa de la iglesia católica y el macho dominante para tener poder sobre la pareja, en la mayoria de los casos del hombre sobre la mujer. Yo me imagino que todo esto viene de la pre historia. Un mono quiere dejar descendencia, pero SU descendencia, asi que agrede a cualquier macho que quiera preñar a su hembra. Ni hablar si la hembra logra aparearse con otro mono, mejor muerta que más competencia para dejar mí legado…Simple ecología. El macho más fuerte e inteligente fue el que ganó y así llegamos hasta el homo sapiens sapiens. Por alguna extraña razón, necesitamos excusas para justificar todo. Inventamos un Dios a imagen y semejanza con nosotros, y con él, el amor hombre-mujer, para justificar la fidelidad. Se hizo ley, oral, escrita y moral, y como toda ley, con un inherente castigo violento. Durante la corta historia del hombre la infidelidad se castigó con violencia y muerte, y hasta el día de hoy, sobretodo en las clases bajas (los flaites son como animalitos) un alto porcentaje de los homicidios son crímenes pasionales.
La cosa es preguntarse: ¿Por qué me da rabia si mi novio/a me caga?
Cuando pregunto sobre este tema casi siempre me mandan bien a la cresta, pero respuestas sinceras hay;
“Porque se supone que yo le doy todo lo que necesita para ser feliz po’, y si necesita algo mas significa que yo no soy suficiente y tiene que encontrarlo en otra persona asi que no puedo seguir con ella poh”
Algunos mas sinceros;
“Porque me gusta sentir que mi pareja es solo mía y viceversa”.
So, es el sentimiento de Especialidad lo que mantiene una pareja común y corriente, esa sensación tan hermosa de sentir que eres único/a en el mundo, hecho especialmente para mi y nadie más, aunque sepamos que es mentira. Yo creo que eso es ser hedonista nomás, pensar en el placer propio y no en construir una relación de amor verdadero. Sólo en la amistad carente de erotismo se puede, tal vez, llegar a amar a un ser. Tal vez a un perrito, a la madre tierra, a uno mismo, pero a una pareja… muy difícil. Por eso me dan ternura y admiración las parejas de viejitos que se aman, toda una vida juntos compartiendo vida y pronto van a abrazar la muerte juntos.
Como la fidelidad está ligada al sexo erótico y las pasiones animales, ésta siempre va a convertir la relación en un contrato legal en donde “yo te amo hasta el fin de los dias for ever an ever… pero si me cagas te mato wn, eris lo peor….”. un contrato con deberes y derechos de mutua beneficencia, pero un contrato al fin y al cabo, algo unilateral, finito, y muy poco sincero. La fidelidad impide la remota posibilidad de amor incondicional, pues éste no conoce de pactos o condiciones, sólo el goce de la entrega desinteresada.
Quien exige fidelidad, no quiere amor, no quiere compartir vida y luz, sólo quiere reafirmar su ego, poner sus inseguridades en otros y obtener poder sobre otro ser humano.

1 comentario:

  1. Narciso Comparto 100% con lo que comentas... pero es muy duro reconocerlo...

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